La crisis del COVID-19 ha dejado una huella en la infancia y adolescencia a muchos niveles: en sus opiniones, preocupaciones y en la forma de percibir la sociedad y participar en ella

Barómetro infancia 2021 UNICEF

Resultados de la nueva edición del Barómetro de Opinión de la Infancia y Adolescencia de UNICEF España.

“Tenemos una voz, no necesitamos que alguien hable por nosotros” (Malena, 13 años).

Los niños, niñas y adolescentes no se han quedado al margen de la pandemia. De hecho, su principal preocupación es la crisis sanitaria y económica derivada de la pandemia del COVID-19. Esta les ha hecho, además, cambiar la perspectiva sobre el sistema educativo, dar más importancia a las redes sociales e internet como fuente de bienestar, valorar más positivamente profesiones como los científicos y tener un menor nivel de bienestar y de satisfacción vital.

Esos son algunas de las conclusiones que arroja la segunda edición del Barómetro de Opinión de la Infancia y Adolescencia de UNICEF España, una herramienta para conocer las opiniones y preocupaciones sociales y políticas en niños, niñas y adolescentes. Lucía Losoviz, Responsable de Políticas Locales de Infancia y Participación de UNICEF España, destaca que el Barómetro es un “informe clave para la promoción de los derechos de los niños y niñas, que sean escuchados y que sus opiniones sean tenidas en cuenta”, tanto por los líderes políticos en el ámbito local como autonómico o estatal.

Según el barómetro de opinión de la infancia de UNICEF, la pandemia deja huella en el bienestar de los niños, niñas y adolescentes en España.

Conclusiones del informe de UNICEF

En esta segunda edición del Barómetro se ha contado con la opinión de 8.648 niños, niñas y adolescentes de entre 11 y 18 años y de 109 centros educativos. Elaborado entre septiembre de 2020 y abril de 2021, la pandemia interrumpió el proceso de elaboración del informe y obligó a sus autores a adaptar su  metodología y preguntas. Francisco Rivera, uno de los autores, explica que el Barómetro es un elemento vivo que va adaptándose a nuevas realidades y cambios sociales.

“En la anterior edición de 2019 era improbable que a alguien le preocupara elementos relacionados con la salud o una posible pandemia. A día de hoy, se manifiesta como el principal problema”, pone como ejemplo. En el futuro “habrá que irlo adaptando a las nuevas situaciones o ampliarlo a nuevos horizontes que no se contemplaban; por ejemplo, relacionados con el cambio climático”.

Preocupación por la pandemia: los jóvenes no son ajenos a la actualidad 

La crisis sanitaria y económica originada por la pandemia es el problema que los niños, niñas y adolescentes identifican mayoritaria y claramente como el más importante para el conjunto de la sociedad en España y para ellos mismos. Eso supone una diferencia con el barómetro anterior, de 2019, un momento en el que este puesto lo ocupaban la política y la economía.

La confianza hacia los partidos políticos, el gobierno y los sindicatos ha disminuido, y la valoración de profesiones como políticos, modelos y banqueros sigue en las últimas posiciones. Sin embargo, ha aumentado la valoración de los científicos, los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y los docentes.

Otros temas que inquietan a niños, niñas y adolescentes son la violencia hacia la infancia, como los casos de abusos sexuales a niños y niñas, el acoso y ciberacoso escolar, y el hambre y la pobreza extrema en el mundo (desplazando otras preocupaciones que priorizaban en 2019, como las desigualdades de género o la violencia machista).

Más niños y jóvenes se sienten solos y tristes después de la pandemia

El nivel de bienestar emocional sigue siendo medio alto en España, aunque el barómetro de 2021 muestra una ligera disminución. Algunos indicadores específicos ligados al tiempo libre, el bienestar puramente físico y el divertirse con los amigos y amigas, parecen haber lastrado el indicador de bienestar durante la pandemia

Es importante señalar que la pandemia también ha generado un incremento de los niños y niñas que se sienten solos y tristes.  Los resultados muestran que casi el 40% de los niños, niñas y adolescentes se sienten frecuentemente o muchas veces solos y un poco más del 50% expresan sentir bastante, mucha o muchísima tristeza. 

A su vez, podemos concluir que los efectos de la pandemia no han sido iguales para todos. Los resultados nos dicen que los encuestados de menor poder adquisitivo y nacidos fuera de España, han sufrido en mayor medida las consecuencias económicas de la pandemia, presentan unos niveles ligeramente inferiores en su bienestar, cuentan con menos apoyo de las familias y amistades y se sienten menos parte y menos seguros en su centro educativo.

Por otra parte, el esfuerzo de las familias durante el confinamiento para hacer comprender la situación a sus hijos e hijas y ayudarles, junto con el apoyo de los amigos, ha contribuido a mejorar las relaciones familiares y de amistad. También se ha notado un aumento en el apoyo percibido por parte del profesorado, superando en 2021 al de sus compañeros y compañeras.

Los niños y niñas llaman la atención de políticos, gobiernos y sindicatos

En ambas ediciones, un alto porcentaje de los encuestados (más del 80%) tiene una opinión sobre la situación política y económica del país, aunque la valoración no es especialmente positiva, el 50% considera que es mala. A pesar de ser muy críticos a nivel estatal, valoran un poco mejor la situación a nivel municipal

Los niños y niñas hacen un llamado de atención a los partidos políticos, el gobierno y los sindicatos como las instituciones que menos confianza generan. En la otra cara de la moneda se encuentran los científicos, las ONG y los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado como las instituciones en las que más confían.  

Médicos, maestros y policías entre las profesiones más valoradas después del COVID

No es de extrañar que los médicos sigan ocupando el primer lugar del ranking de profesiones más valoradas, junto a los maestros y policías. En contra de la creencia popular, los niños, niñas y adolescentes no eligen mayoritariamente ser youtubers, tiktokers o futbolistas. 

Igual que en la edición de 2019, las amistades y la familia siguen siendo las principales fuentes de felicidad para ellos. Sin embargo, se observa que las redes sociales e internet han adquirido un mayor protagonismo como fuente de felicidad en la segunda edición.

Sobre su rol activo como ciudadanos, los niños y niñas no sienten que participan activamente para mejorar su barrio, pero sí se sienten parte de su centro educativo y escuchados por sus profesores. Este sentimiento va disminuyendo a partir de los 13 años, edad que coincide con el cambio al instituto. 

¿Y ahora qué debemos hacer con estas opiniones?

El objetivo de nuestro barómetro de opinión es conseguir políticas eficaces, acordes a las necesidades de la infancia y adolescencia, que no dejen a ningún niño o niña atrás. 

A través de esta herramienta se conocen las preocupaciones y opiniones sociales y políticas, así como la visión del mundo y el grado de bienestar de los niños y jóvenes en España, y los resultados obtenidos deberían ser la base para la toma de decisiones vinculadas al diseño y aplicación de las políticas públicas de infancia.

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